La posibilidad de que Leandro Paredes regrese a Boca Juniors en el próximo mercado de pases comienza a tomar fuerza y despierta una gran expectativa entre los hinchas del Xeneize. Aunque la vuelta del mediocampista parecía lejana, su situación en la Roma, sumada a su vínculo cercano con Juan Román Riquelme, podría acelerar el regreso tan ansiado por los fanáticos. Las señales indican que enero podría ser el mes clave para sellar su retorno, justo antes del Mundial de Clubes, lo que significaría un refuerzo de lujo para el equipo de la Ribera.
El presente del futbolista en el club italiano no es el mejor. Desde la llegada del entrenador Ivan Juric, Paredes ha visto reducido considerablemente su tiempo de juego, quedando relegado a la banca en la mayoría de los encuentros. En los últimos 11 partidos disputados por la Roma, el argentino solo fue titular en una ocasión, en un duelo de la Europa League frente al Elfsborg, donde actuó como capitán. A pesar de su calidad y experiencia, el volante apenas ha sumado 152 minutos en lo que va de la temporada, lo que ha generado incertidumbre sobre su futuro en el equipo capitalino.
En Boca Juniors, el optimismo crece a medida que se alinean las condiciones para el posible fichaje. Riquelme, ídolo y actual vicepresidente del club, mantiene una relación cercana con Paredes desde su etapa como futbolista. Esa conexión podría ser determinante para convencer al mediocampista de cerrar su ciclo en Europa y regresar a su casa futbolística, donde debutó hace más de una década. El Consejo de Fútbol, liderado por Riquelme, ya ha dejado en claro que las puertas del club están abiertas para él y que harán todo lo posible para facilitar su llegada.
La posibilidad de que Paredes vuelva a vestir la camiseta azul y oro no solo ilusiona a los hinchas, sino también al cuerpo técnico, que ve en él una pieza fundamental para reforzar el mediocampo. El jugador, de 30 años, sigue siendo una fija en las convocatorias de Lionel Scaloni para la Selección Argentina, lo que demuestra que sigue en un gran nivel. Sin embargo, su deseo de volver a Boca antes de perder vigencia parece estar pesando cada vez más en su decisión.
En la Ribera, se analizan dos escenarios posibles: acelerar la salida de Paredes de Roma en enero o esperar a junio de 2025, cuando vence su contrato actual. El objetivo es tenerlo disponible para el Mundial de Clubes, donde Boca busca ser protagonista tras una década sin participar. La gestión no será sencilla, pero los dirigentes confían en que la voluntad del jugador de regresar pueda facilitar las negociaciones con el club italiano.
La última declaración pública de Paredes sobre su vuelta fue ambigua pero dejó una puerta abierta: «Lo que tenga que pasar, pasará», dijo, en alusión a su futuro. En Boca lo interpretan como un guiño, y el operativo retorno ya está en marcha. Ahora, todo depende de que el mediocampista dé el paso decisivo y cierre su capítulo europeo para reencontrarse con el club de sus amores.