¿Sientes agotamiento o estrés en el trabajo constante? Te explicamos qué es el burnout antes de que te afecte y qué debes hacer, en el caso de que ya lo estés pasando para que que empieces a enfrentarlo desde hoy mismo.
El cansancio o estrés laboral constante tiene un nombre: burnout. Conoce qué es exactamente, sus síntomas, sus causas y cómo manejarlo para que no te afecte.
Qué es el burnout
El burnout, también conocido como “síndrome de desgaste profesional”, es una respuesta emocional y física al estrés laboral crónico.
Definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un “fenómeno ocupacional,” el burnout se caracteriza por un agotamiento extremo, pérdida de motivación y una disminución significativa en el rendimiento.
Este síndrome afecta a millones de personas alrededor del mundo, y, aunque se asocia generalmente con el trabajo, también puede ocurrir en contextos personales o académicos.
Causas principales del burnout
El burnout surge como respuesta a la acumulación de estrés prolongado y a una serie de factores asociados al entorno laboral. Las principales causas del burnout incluyen:
- Sobrecarga de trabajo. Las jornadas laborales largas, las tareas excesivas o las metas difíciles de alcanzar generan presión y desgaste emocional.
- Falta de control. La percepción de que no se tiene autonomía en el trabajo o de que se carece de recursos y apoyo necesarios para realizar las tareas.
- Ambiente de trabajo tóxico. La falta de apoyo de colegas o superiores, el ambiente competitivo o conflictivo y las expectativas poco realistas son factores que aumentan el estrés.
- Desequilibrio entre vida laboral y personal. La falta de tiempo para descansar y desconectar del trabajo provoca que las personas se sientan agotadas y desconectadas.
- Ausencia de reconocimiento. La falta de valoración y reconocimiento de los logros o del esfuerzo contribuye a la frustración y la desmotivación.
Síntomas del burnout: ¿cómo identificarlo?
El burnout no ocurre de un día para otro; sus síntomas suelen aparecer de manera gradual. Algunos de los signos más comunes incluyen:
- Agotamiento físico y emocional. Una fatiga persistente que no mejora con el descanso.
- Despersonalización o desapego. Sentimientos de desconexión hacia el trabajo, el equipo o incluso hacia uno mismo.
- Sensación de ineficacia y falta de realización. Percepción de ser ineficaz, de no estar logrando nada, y disminución en la motivación.
- Irritabilidad y ansiedad. Mayor susceptibilidad al estrés, lo cual puede afectar relaciones laborales y personales.
- Problemas de salud. Insomnio, dolores de cabeza, y en algunos casos, enfermedades crónicas.
Consecuencias del burnout
Si el burnout no se trata, sus efectos pueden extenderse a muchas áreas de la vida, tanto profesional como personal, afectando la salud mental y física. Las consecuencias más comunes incluyen:
- Problemas de salud mental. Aumento del riesgo de depresión y ansiedad.
- Rendimiento deficiente. Disminución de la productividad, que puede afectar el éxito profesional.
- Impacto en las relaciones. Mayor conflictividad y desconexión en relaciones interpersonales, tanto en el trabajo como en la vida personal.
- Problemas de salud física. Mayor susceptibilidad a problemas como enfermedades cardiovasculares, insomnio y enfermedades relacionadas con el estrés.
Cómo prevenir y manejar el burnout
Existen varias estrategias para prevenir y manejar el burnout. A continuación, te presentamos algunas de las recomendaciones más efectivas:
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Establece límites entre el trabajo y la vida personal
Definir horarios y separar el tiempo de trabajo del de descanso es fundamental para evitar la sobrecarga y asegurar un buen balance.
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Practica técnicas de manejo del estrés
Incorporar actividades de relajación, como la meditación, el ejercicio regular y el mindfulness, ayuda a reducir el impacto del estrés diario.
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Prioriza las tareas y delega responsabilidades
Es importante aprender a identificar las tareas prioritarias y delegar aquellas que puedan ser manejadas por otros, evitando el exceso de trabajo.
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Busca apoyo y expresa tus sentimientos
Hablar sobre tus preocupaciones y emociones, ya sea con un supervisor, colegas, amigos o familiares, puede ayudar a reducir el estrés y ofrecer nuevas perspectivas.
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Haz pausas y desconéctate en la jornada laboral
Tomar descansos regulares y aprovechar el tiempo para desconectar mentalmente permite recuperar la energía y reducir la fatiga acumulada.
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Considera la ayuda profesional
Un terapeuta o consejero especializado en salud mental puede brindar herramientas y estrategias útiles para manejar el estrés y el agotamiento.
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