La producción de esta proteína esencial es clave para mantener una piel firme, huesos fuertes y articulaciones saludables, sin embargo, disminuye con la edad. Existe un vegetal repleto de nutrientes, que puede ser un gran aliado
El colágeno es una proteína esencial que brinda y estructura elasticidad a diversos tejidos del cuerpo, incluidos la piel, los huesos y las articulaciones.
Contar con niveles óptimos de colágeno contribuye a una piel más firme y libre de arrugas, huesos fuertes y articulaciones saludables. Sin embargo, la producción de colágeno disminuye con la edad, lo que resalta la importancia de consumir alimentos que ayuden a su síntesis.
Uno de estos alimentos es el kale, una verdura versátil y rica en nutrientes que ha ganado popularidad por sus propiedades beneficiosas.
¿Qué es el kale?
El kale, también conocido como col rizada, es una hortaliza de hojas verdes perteneciente a la familia de las crucíferas, a la cual también pertenecen el brócoli, la coliflor y las coles de Bruselas.
De sabor ligeramente amargo y textura fibrosa, el kale se distingue por su color verde intenso y sus hojas rizadas. Esta planta, que en el pasado era más común en la alimentación animal, se ha convertido en un elemento básico en las dietas saludables, gracias a su impresionante perfil nutricional.
¿Cuáles son los beneficios del kale para la salud?
El kale es un verdadero superalimento repleto de nutrientes esenciales. Entre sus principales beneficios destacan:
- Alto contenido de calcio: Con 150 mg de calcio por cada 100 gramos, el kale supera a la leche en su aporte de este mineral, contribuyendo a la salud ósea y a la prevención de enfermedades como la osteoporosis.
- Fuente de vitamina K: Una taza de col rizada contiene un aporte de vitamina K siete veces superior al valor diario recomendado, esencial para la coagulación sanguínea y la fijación del calcio en los huesos.
- Rico en vitamina C: Esta vitamina fortalece el sistema inmunológico y es fundamental para la síntesis de colágeno , lo que mejora la salud de la piel y la cicatrización de heridas.
- Hierro y antioxidantes: El kale contiene más hierro que la carne de vacío y es rico en antioxidantes como carotenoides y flavonoides, que ayudan a proteger al organismo contra el estrés oxidativo y potencian la salud celular.
¿Cómo ayuda el kale a generar colágeno?
El kale es una fuente rica en vitamina C, un nutriente clave para la producción de colágeno. Esta vitamina participa activamente en la unión de los aminoácidos necesarios para formar las fibras de colágeno, las cuales mantienen la piel elástica y los tejidos conectivos firmes.
Además, al proteger contra el daño oxidativo y reducir la daño, el kale contribuye a mantener las condiciones óptimas para que el organismo pueda producir y conservar colágeno de manera eficaz.
Cómo consumir col rizada para absorber sus nutrientes
Para aprovechar al máximo las propiedades del kale, es recomendable consumirlo de distintas maneras que mantengan sus nutrientes intactos. Aquí algunos consejos:
- Crudo en ensaladas: El kale crudo conserva todo su contenido vitamínico. Se recomienda masajear las hojas con el aderezo para ablandar su textura y hacerlas más digestibles.
- Batidos y licuados: Mezclar kale con frutas como plátano, piña o manzana verde ayuda a potenciar su sabor y mejorar su absorción de nutrientes.
- Horneado en chips: Preparar chips de kale al horno con un toque de aceite de oliva y sal es una opción sabrosa y saludable para consumirlo de forma diferente.
- Salteado: Cocinado ligeramente con ajo y cebolla, el kale ofrece un plato rápido que conserva gran parte de sus vitaminas y minerales.
- Blanqueado y congelado: Para conservarlo, el kale puede blanquearse en agua hirviendo por 30 segundos y sumergirse inmediatamente en agua fría, manteniendo así sus nutrientes y su color.
Ideas para incluir el kale en la dieta
Incorporar el kale a la dieta diaria es sencillo gracias a su versatilidad. Aquí algunas ideas:
- Ensalada de kale y palta: Combinar kale picado con rodajas de palta, tomate, cebolla morada y aderezo de limón para un plato fresco y nutritivo.
- Batido verde energético: Mezclar una taza de kale con plátano, piña y agua de coco para obtener un batido lleno de energía.
- Chips de kale: Hornear hojas de kale con aceite de oliva y sal a 180°C por 10-15 minutos hasta que estén crujientes.
- Tortilla de kale: Saltear kale con cebolla y ajo, y agregado a la mezcla de huevo para una tortilla llena de sabor y beneficios.
- Sopas y guisos: Agregar kale a sopas y guisos al final de la cocción para disfrutar de su sabor y textura sin perder sus nutrientes.
La incorporación regular de kale en la alimentación no solo aporta una buena dosis de vitaminas y minerales esenciales, sino que también contribuye a una mejor producción de colágeno, apoyando así la salud general y el bienestar del organismo.