El conjunto blanco perdió en Milán tras otro partido lleno de errores y marcha en un récord histórico… en lo negativo
Es, con todas las de la ley, una crisis. El Real Madrid, que partió a la temporada 2024-25 como un equipo con muchas novedades en plantilla (partiendo de las retiradas de dos estandartes, Rudy Fernández y Chacho Rodríguez) pero viniendo de una temporada en la que solo un mal cuarto les dejó sin el pleno de títulos, no despega ni funciona. Vive en involución. Un título “menor” -Supercopa- perdido, derrotas en Liga Endesa (Bilbao y Coruña) y una Euroliga que va tornando todos los temores en realidades. Código rojo en la nave blanca.
El 85-76, todo un traje, del Armani Milán en el Unipol Forum confirmó que el Madrid está de capa caída. Porque falta juego y acierto, dos puntos que van y vienen a lo largo de la campaña, pero no se espera que le ocurra a piezas claves como Facundo Campazzo (7 puntos con 1/4 T2 y 1/6 T3 en 28 minutos) o Mario Hezonja (13 puntos pero 2/6 T2 y 1/7 T3). Y lo que es más importante, falta la capacidad de mejorar errores repetidos.
Muchos tienen que ver con el último cuarto. La zona del todo o nada en baloncesto, y donde hay un boquete. No ocurrió tanto en Milán (perdido 23-21), pero fue la continuidad de algo sangrante visto en el exilio de Maccabi en la Sala Pionir de Belgrado (24-14) y ante Olympiacos en El Pireo (23-10). Más de 20 puntos encajados, sin rush finale y con las estrellas apagadas cuando es necesario carácter. No ayudan las bajas (cambia el reparto de minutos) y la falta, quizá, de una pieza más en el exterior.
El peor Madrid
La alerta roja tiene justificaciones. Aunque la calma ha sido la nota dominante del discurso de Chus Mateo, técnico del Madrid. “No voy a ponerme nervioso y trasladar excesiva necesidad al equipo”, contó. Mientras mantiene una frase habitual. “Si nos caemos, nos vamos a levantar”, repitió. Pero el equipo no carbura. Las dudas existen, claro. Su figura, teóricamente, no las debería tener porque estampó en el pasado verano su renovación para dos campañas más tras ser el mejor técnico del curso junto al histriónico Ergin Ataman. Pero el deporte… es deporte.
De cualquier forma, la derrota en Milán confirmó que el Real Madrid 2024-25 es el peor desde la creación de la Euroliga. Ocurrió en el año 2000 y es el gran torneo, y uno que ha ganado desde esa “fundación” en tres ocasiones (2014-15, 2017-18, 2022-23). Solo hay un precedente igual, el de la 2015-16 que también empezó con tres victorias y cinco derrotas, y el conjunto blanco terminó fuera de combate en cuartos de final ante el Fenerbahçe por la vía rápida (3-0).
Mercado
Los condicionantes negativos son muchos, cosa que el Madrid debe corregir desde ya. Su próximo duelo será Gran Canaria (que viene de perder en Eurocup con los Wolves de Vilna), pero será la previa a una jornada doble de Euroliga. Y, en el medio, el mercado. ¿Irá el Madrid o la plantilla es la que es?
Que el Madrid ha movido fichas parece evidente. Lo confirmó Patrick Beverley, mítico NBA de más de 650 partidos. “Me llamaron”, contó. Los puestos exteriores, por lo tanto, están sometidos a debate. Aun así, no hay nada en firme. Y se suman otros nombres en la ecuación.
El Real Madrid me llamó
Patrick Beverley
El último, adelantado por el periodista de Bolonia Simone Motola, es una de las estrellas de los Juegos de París: Isaia Cordinier. Un espectacular exterior de la Virtus, hábil en los dos lados. Su “somos gentuza” para definir a esa selección gala en los París trascendió. Costaría medio millón de euros, y en Italia, en una información que también lanza Alessandro Luigi Maggi, dicen que el Madrid podría abonar esa cláusula.