El ‘Barça Teen’ está enamorando al mundo del fútbol. Su concepto del juego golpea, defiende y es muy brillante. Los pases de Lamine Yamal o de Marc Casadó son aprovechados por los veteranos Raphinha y Robert Lewandowski a la perfección, pero no sólo es el juego de Lamine o Casadó. Pedri, De Jong o Dani Olmo también son peloteros de primera. Y no nos olvidemos de Pau Cubarsí, al que también le encanta lanzar balones en profundidad con mucho acierto. El FC Barcelona enamora y como siempre sucede cuando el Barça funciona, las redes sociales relacionadas con el Barça se disparan.

No hace falta hacer un análisis minucioso. Con que nos quedemos en Instagram, las cifras que acumulan las cuentas de estos chavales son increíbles. Tomemos el caso de @lamineyamal. Tiene 24 millones de seguidores, sin contar las seis páginas de seguidores que siguen sus andanzas o su cuenta en TikTok (lamine.yamal). En Instagram su foto de perfil es la del pequeño Keyne Yamal con chaqueta de esmoquin en la alfombra roja del Ballon d’Or. Le queda aún camino a Lamine para alcanzar a los grandes. Vinicius Jr. tiene 51,9 millones de seguidores, Kylian Mbappé, 122 millones, Leo Messi, 504 millones y Cristiano Ronaldo, 642 millones.

Los jugadores del Barça hacen un uso exquisito de sus redes sociales y evitan las polémicas

En una revisión de las cuentas de estos jugadores se denota una profesionalización en el uso de las redes. En las cuentas de las estrellas hay mucha información sobre sus éxitos, los de sus equipos y selecciones y muchas entradas con sus marcas patrocinadores.

Atrás han quedado los años en que los jugadores empezaban a utilizar sus cuentas de forma personal y sin asesoramiento. Aquella situación provocó situaciones comprometidas, por el mal uso de las redes, como aún sucedió el pasado martes con la pareja de Federico Valverde, Mina Bonino, quien criticó a Carlo Ancelotti cambiara al jugador uruguayo ante el AC Milan. Poco después del estallido que provocó su tuit, Bonino borró su mensaje.

Un caso polémico fue en su momento el de un jugador del primer equipo en la etapa del Tata Martino que, después de una derrota, lanzó un tuit dando su opinión desde el interior de un lavabo. En el tuit, con imagen y audio, se escuchó claramente el sonido del agua al tirar de la cadena.

Hubo muchos problemas, en nada achacables a los jugadores, que, como personas corrientes, tardaron en entender el significado de las redes, su uso, las consecuencias de los mensajes y el hecho de que un simple texto podía dañar su propia imagen.

Fue por ese motivo que, en 2014, ya con Luis Enrique de entrenador del primer equipo, se elaboró la Guía de Buenas Prácticas en el Uso de las Redes Sociales -junio 2014. El texto es actual, incluso hoy en día, porque no coartaba o prohibía a los jugadores el uso de las redes. El documento utilizaba las bases de manuales similares de la NBA, la NFL y las ligas del beisbol americana, y fue un documento bastante novedoso. Andoni Zubizarreta, entonces director deportivo del primer equipo, le dio el visto bueno, pero Luis Enrique no le hizo ni caso.

Es una buena noticia que a pesar de que aquel documento no acabara implementándose, los jugadores actuales estén utilizando las redes sociales de forma correcta y sin generar polémicas antideportivas. Afortunadamente los jugadores del Barça no son noticia por tener que retirar tuits en X o comentarios en Instagram o TikTok por inadecuados. Estos jóvenes vienen bien aleccionados desde La Masia y sus cuentas ofrecen entretenimiento y mucha ilusión por el fútbol. Entretenimiento, ilusión y fútbol, de eso se trata. Únicamente.