Este es el olor perfecto para quitar el estrés y la ansiedad: cómo actúa en tu cerebro y cómo conseguirlo
A pesar de no ser tan famoso como el olor a lavanda o a bergamota, este aroma también es ideal para relajar el cuerpo y la mente
El acelerado ritmo de la vida cotidiana hace que, por desgracia, el estrés y la ansiedad formen parte de las emociones habituales de muchas personas. Problemas de salud mental que, además de tratar con un experto, pueden encontrar alivio en pequeños hábitos del día a día. Así, más allá de los 10 trucos fáciles de la Universidad de Harvard para reducir el estrés o de los beneficios de la meditación, hoy ponemos el foco en el poder de los aromas.
A través del olfato se puede encontrar un método muy eficaz para reducir el estrés. Así, ponemos el foco en un olor que sirve para calmar la mente, reducir el estrés y frenar la ansiedad. Más allá de aromas tan conocidos como la lavanda o la bergamota, hablamos de la manzanilla.
La planta de la manzanilla es conocida por sus múltiples beneficios, tanto en infusión como en su versión de aceite esencial. Su uso se remonta siglos atrás, cuando ya se aprovechaba para mejorar el sueño en la medicina tradicional. Un efecto que también transmite su aroma, ya que actúa como un relajante natural. Así lo han corroborado en los últimos años numerosos estudios científicos que alaban sus propiedades olfativas.
Concretamente, el aroma de la manzanilla afecta el sistema límbico, la parte del cerebro encargada de regular las emociones. Al inhalar su aroma, los compuestos del aceite esencial de manzanilla, de la flor o de la infusión, como la apigenina, llegan a los receptores del sistema nervioso y actúan directamente sobre la amígdala, una región que controla el miedo y la ansiedad.
Floral, fresco y relajante: el olor de la manzanilla
Una interacción que reduce la sobreexcitación del sistema nervioso, generando una sensación de calma y equilibrio emocional. Además, el olor de la manzanilla estimula la producción de serotonina, un neurotransmisor que mejora el estado de ánimo y promueve la relajación. Una planta a la que se le pueden dar múltiples usos, como realizar un masaje con un aceite esencial de manzanilla para relajar los músculos, aliviando la tensión acumulada en el cuerpo.
Además, se pueden colocar unas gotas de aceite esencial de manzanilla en un difusor, usar un spray aromático para perfumar las sábanas, disfrutar de una vela o de un mikado u oler nuestra infusión con calma, realizando inspiraciones, antes de tomarla.
Aunque, a este aroma se pueden sumar otras propuestas que sean más específicas de los gustos de cada persona y de cada temporada. Por ejemplo, de cara al otoño y el invierno, muchos hogares apuestan por olores que inviten a pensar en los bosques, con la madera como inspiración estrella.
Además de propuestas como las relacionadas con productos de la temporada, como calabazas o castañas. A ello se suman aromas que relajan desde la cocina, como el olor a galletas de jengibre, que también se convierte en una propuesta muy común en los hogares durante esta temporada. Propuestas que pueden disfrutarse, como en el caso de la manzanilla en velas, difusores de aromas, mikados o aceites esenciales. Aunque, en el caso de estos últimos, es importante conocer que su uso corporal no siempre está indicado para todo el mundo.
El acelerado ritmo de la vida cotidiana hace que, por desgracia, el estrés y la ansiedad formen parte de las emociones habituales de muchas personas. Problemas de salud mental que, además de tratar con un experto, pueden encontrar alivio en pequeños hábitos del día a día. Así, más allá de los 10 trucos fáciles de la Universidad de Harvard para reducir el estrés o de los beneficios de la meditación, hoy ponemos el foco en el poder de los aromas.