Gustavo Lemos vs. Keyshawn Davis: tras el papelón del argentino en la balanza, el show continúa y habrá velada grande en Norfolk
- El duelo estaba pactado en la categoría ligero y anticipa una chance mundialista en 2025.
- El púgil nacional se excedió en 3 kilos al momento del pesaje pero el combate se hará igual.
- Transmiten TyC Sports y ESPN 3 desde las 22 horas.
Norfolk le regaló al boxeo uno de los mejores púgiles del último medio siglo: el multicampeón Pernell Whitaker. Esta ciudad portuaria del estado de Virginia, en la costa este de Estados Unidos, iba a concederle este viernes a Gustavo Lemos su segunda gran chance en ese país. Pero el tresarroyense se encargó de dilapidar buena parte de sus acciones al fracasar estrepitosamente en su intento de dar el peso para la contienda ante el peligroso Keyshawn Davis. Pese a ello, la pelea se realizará (transmitirán ESPN 3 y TyC Sports desde las 22) si el argentino consigue cumplir con el segundo pesaje, previsto para para las próximas.
El duelo estaba pactado en la categoría ligero y se presentaba como una plataforma para que su ganador aspirara a una chance mundialista en 2025, ya que ambos se encuentran en posiciones expectantes en los rankings de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB): Davis figura tercero en los tres; mientras que Lemos aparece sexto, noveno y decimotercero, respectivamente, en esos listados. Sin embargo, cualquier posibilidad para él parece haberse hecho polvo este jueves.
Lo que habitualmente es un trámite se convirtió en un chasco gigante cuando el argentino posó sus pies sobre la báscula y la detuvo en 64,140 kilos, casi tres kilos por encima del límite de la división (61,235 kilos) e incluso por arriba de la frontera de la categoría superligero. Davis, en cambio, marcó 60,870 kilos. “Tuvimos inconvenientes en los entrenamientos. Y confié en una balanza que trajimos”, intentó argumentar Lemos, mientras el público lo abucheaba.
Pese al incumplimiento de su adversario y a la enorme diferencia de tonelaje entre ambos, el local se mostró dispuesto a combatir e incluso buscó un aspecto positivo en lo ocurrido. “Estoy contento porque a mí me van a pagar más (por la multa que Lemos deberá abonar por su exceso). El show debe continuar”, afirmó, citando el título de la canción “The Show Must Go On”, de Queen. Para que la pelea pueda concretarse, Lemos deberá subir a la balanza nuevamente el viernes y no exceder en más de 10% el límite de la división. Es decir, no podrá superar los 67.360 kilos.
Si esta vez consigue el objetivo, el peleador nacido en el Barrio Ruta 3 Sur de Tres Arroyos protagonizará su segunda contienda en Estados Unidos. La primera fue el 6 de abril en Las Vegas: en esa ocasión, fue vencido por puntos y en una decisión muy discutida por el estadounidense Richardson Hitchins en un combate en que estaba en juego el primer puesto en el ranking superligero de la FIB. Esa noche, el público, despojado de chovinismo, abucheó ruidosamente la decisión, pese a que el favorecido había sido un compatriota.
Aunque anotó el primer traspié en su carrera profesional (en la que suma 29 triunfos), el pegador bonaerense, de 28 años, mostró una muy buena imagen que le valió un contrato promocional multianual con Top Rank, una de las empresas más poderosas del planeta en este rubro. El de este viernes será su primer compromiso bajo la órbita de la firma del nonagenario Bob Arum, tras una postergación motivada por un problema en la obtención de la visa para ingresar a Estados Unidos (originalmente iba a combatir en julio en Las Vegas).
Tito, un boxeador frontal, intenso y de mano pesada (logró 19 de sus 29 victorias antes del límite), se había mostrado convencido de poder dar el peso, pese a que sus últimas dos presentaciones habían sido en superligero, e incluso había asegurado que combatir en ligero le otorgaba una ventaja. “En esta categoría me siento más fuerte y voy a marcar la diferencia. Él va a sentir los golpes”, había pronosticado esta semana. Sin embargo, falló, como ya lo había hecho en agosto de 2023 antes de un combate ante el cordobés Javier Clavero en el Luna Park que teminó cancelándose por ese exceso de cuatro kilos.
Después de este nuevo paso en falso, Lemos intentará, al menos, dejar una buena imagen como invitado a la gran fiesta de su adversario, una de las grandes apuestas de Top Rank. Diez mil personas abarrotarán el Scope Arena de Norfolk, la urbe natal de Davis, quien identifica como su ídolo a Pernell Whitaker, una leyenda de esta ciudad. Sweet Pea fue campeón en cuatro divisiones, el mejor boxeador libra por libra durante un buen tiempo en la década de 1990 y campeón olímpico en Los Ángeles 1984, y falleció en julio de 2019, a los 55 años, tras ser atropellado por un auto.
También Davis, de 25 años, fue medallista olímpico, aunque debió conformarse con la presea de plata en Tokio 2020 luego de caer en la final de la categoría hasta 63 kilos con el cubano Andy Cruz. Tras ello, firmó contrato con la promotora de Bob Arum, que le fue construyendo una carrera rentada con dificultad creciente y que ya incluye 11 triunfos en igual cantidad de peleas (siete fueron por la vía rápida). La del viernes será su tercera presentación en 2024: en febrero noqueó al puertorriqueño José Sniper Pedraza, excampeón mundial superpluma y ligero, y en julio batió por puntos al pegador mexicano Miguel Madueño.
El camino hasta aquí del autoproclamado Businessman (Hombre de Negocios) no ha estado exento de dificultades. El año pasado reveló que había atravesado problemas de salud mental y había experimentado conductas autodestructivas que lo habían llevado a estar internado en una institución médica. Y también fue suspendido durante 90 días por haber dado positivo en un control antidoping hecho tras su combate con Nahir Albright en octubre de 2023 en Rosenberg (Texas).
La sustancia detectada en ese test fue marihuana, que es de venta legal en la mayoría de los estados de Estados Unidos, pero no en Texas, por lo que Davis fue sancionado y el resultado del pleito (había sido una victoria por puntos para él) fue cambiado a sin decisión. El púgil reconoció su responsabilidad, pero aseguró que ya había dejado de consumir. “Desde que dejé la marihuana, he sido una mejor persona y tengo mucha más energía”, aseguró en febrero, antes de su combate con Pedraza.
Esta será la primera vez que Keyshawn será protagonista de un combate estelar y la primera que peleará como profesional en su ciudad natal. Como si eso fuera poco, en la misma velada se presentarán sus dos hermanos: Kelvin, de 27 años, y Keon, de 23, quien debutará como rentado. Todo está preparado para una fiesta familiar que procurará aguar Lemos, a quien su contrincante valora y respeta, más allá de su traspié en la balanza.
El primer rival en que había pensado Top Rank para esta primera presentación de Davis en Norfolk había sido el jamaiquino Nicholas Walters, excampeón mundial pluma de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), pero el protagonista lo rechazó. “Quería que (el público) recordara esta noche. Y no podía hacer una gran pelea con Walters. Tiene 38 años, es un hombre mayor, iba a noquearlo en cuatro rounds. Pero con Lemos es diferente. Necesito venderme y dar un espectáculo que recordarán. Gustavo me va a dar pelea y yo le daré pelea a él. Somos dos boxeadores con la misma mentalidad”, sostuvo en una entrevista para el podcast Fight Freaks Unite.
El peleador de la casa, quien es más alto (1,75 metros contra 1,66) y tiene mayor alcance (1,78 metros contra 1,70) que su adversario, procurará apuntarse una victoria que opere como abrepuertas para una chance ante los campeones de la división: los estadounidenses Gervonta Davis (AMB) y Shakur Stevenson (CMB), y los ucranianos Denis Berinchyk (OMB) y Vasiliy Lomachenko (FIB).