La princesa de Asturias, Leonor, quien actualmente es la heredera del trono español, no iba a llevar originalmente el nombre que hoy todos conocemos. Según fuentes cercanas a la Casa Real, el rey Felipe VI deseaba llamarla Sofía, en honor a su madre, la reina emérita. Sin embargo, fue la reina Letizia quien tomó la decisión, en un cambio que sorprendió incluso a su propio marido poco antes de que naciera su primera hija.

Letizia tenía una visión diferente. Al tratarse de su primera hija, consideraba importante seleccionar un nombre que también tuviera un fuerte simbolismo, pero sin necesariamente estar atado a una figura reciente de la familia. El nombre Leonor remite a personajes históricos y de peso en la realeza española, como Leonor de Castilla o Leonor de Aquitania, ambas figuras de gran relevancia en la historia medieval europea. En este sentido, Letizia apostaba por un nombre que también reforzara el linaje de su hija como futura reina, al mismo tiempo que le permitiera forjar su propia identidad.

La decisión final sobre el nombre de Leonor

La decisión final, aparentemente, se tomó poco antes del nacimiento de la princesa en 2005. Tras varias discusiones y evaluaciones, Letizia fue quien influyó en Felipe para elegir el nombre de Leonor, logrando convencerlo de que este nombre proyectaría una imagen moderna, fuerte y con una rica carga histórica que haría justicia a la primera heredera directa al trono en una línea femenina en siglos. Aunque al principio el rey dudaba, finalmente accedió, respetando el deseo de su esposa y confiando en que este nombre sería adecuado para la princesa.

Desde su nacimiento, la princesa Leonor ha ido consolidando su identidad pública y sus responsabilidades como futura reina de España. Su nombre, elegido finalmente por Letizia, ha fue bien recibido por el pueblo español y se ha convertido en un símbolo de esperanza para la continuidad de la monarquía.  según señalan algunas fuentes, Letizia quería llamarle Pelayo si su primer hijo hubiera sido niño.

Felipe quería honrar a su madre, pero Letizia lo impidió 

La elección del nombre para el primogénito de una familia real no es una cuestión menor. Generalmente, esta decisión se toma con gran cuidado y en consideración de tradiciones familiares e históricas, ya que el nombre de un futuro monarca puede tener un profundo significado simbólico. Felipe VI siempre ha tenido una relación muy cercana con su madre, quien fue un pilar importante en la monarquía española durante décadas, por lo que deseaba honrarla transmitiendo su nombre a la siguiente generación.

Lo cierto es que Letizia no pudo evitar que su segunda hija se llamará como su suegra, a pesar de que la consorte ha sido clave en decisiones cruciales dentro de la Casa Real, en este caso no pudo detener a su marido, quien logró honrar a su madre llamando a su segunda hija Sofía. Mientras que la princesa Leonor fue nombrada bajo una elección personal de la Reina, la decisión de nombrar a su segunda hija como su madre recayó sobre el monarca.