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La noche electoral en Estados Unidos dejó un claro vencedor: Donald Trump. Pero hubo otro hombre que, si has estado siguiendo estos días los medios, también se ha hecho con una victoria personal y empresarial—: Elon Musk. 

Trump celebró su victoria en Mar-a-Lago y, a su lado, estaba Musk sonriendo de oreja a oreja. “Ha nacido una estrella. Elon”, dijo Trump, agradeciendo al multimillonario su apoyo en Pensilvania. Y es que Musk echó toda la carne en el asador al respeto, invirtiendo 130 millones de dólares en la campaña y convirtiendo su red social X en una máquina de propaganda a favor de Trump.

Pero la verdadera fiesta para Musk comenzó en Wall Street. Las acciones de Tesla se dispararon un 15%, añadiendo unos 15.000 millones de dólares a la fortuna de Musk. ¿El motivo? Está claro, los inversores ven en esta pareja auténticos aliados.

Por ejemplo, el ya presidente ha prometido reducir regulaciones, algo que Musk lleva tiempo pidiendo y se le estaba atragantando. Además, Trump puso en un pedestal a SpaceX y le agradeció el suministro de terminales Starlink en zonas afectadas por huracanes. No sería tampoco extraño que esta compañía reciba los empujones que necesite.

Pero los beneficios para Musk van más allá de Tesla. Con Trump en la Casa Blanca, es probable que las 19 investigaciones y demandas federales contra sus empresas se esfumen como por arte de magia.

Trump y Musk, una pareja de conveniencia, pero, ¿será esto bueno para el resto de los estadounidenses?

Durante la campaña, Musk habló de recortar millones de dólares del presupuesto federal y aunque no especificó de dónde saldría ese dinero, no es difícil imaginar que agencias como la SEC o la EPA, que han sido un dolor de cabeza para este, podrían verse afectadas.

Pero la guinda del pastel podría ser el papel de Musk en el gobierno de Trump. Se habla de un posible “Departamento de Eficiencia Gubernamental” liderado por el propio Musk. Para que te hagas una ligera idea, tan solo imagina a esta persona decidiendo sobre presupuestos federales y regulaciones. Suena a un sueño hecho realidad para él.

Y no hay que olvidarse de los contratos gubernamentales. SpaceX ya ha recibido más de 19.000 millones de dólares en contratos federales desde 2008. Con Trump al mando, esa cifra podría aumentar bastante. Además, la nueva empresa de IA de Musk, xAI, podría también sacar su parte de beneficio de contratos con agencias de defensa y seguridad nacional.

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Etiquetas: Coche eléctrico, Tesla, Estados Unidos, Elon Musk