Una investigación publicada en Harvard Health confirma que una rutina de ejercicios pertinente puede ayudar a mantener los “músculos” mentales en buena forma.
No hay ninguna edad concreta para empezar a entrenar el cerebro. Los expertos recomiendan mantener la mente activa desde edades tempranas para, en un futuro, conseguir un bienestar y una calidad de vida adecuados.
Para ello, se recomienda realizar alguna actividad física a diario para mantener la mente en forma y prevenir futuras patologías o ralentizar los efectos de las enfermedades neurodegenerativas, como el alzheimer que , según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) acapara entre un 60% y 70% de los casos de demencia en el mundo.
En una reciente investigación del Programa Brain Fit del Centro Médico Beth Israel Deaconess de Harvard, publicada en Harvard Health, se confirma que una rutina de ejercicios pertinente puede ayudar a mantener los “músculos” mentales en buena forma.
“El ejercicio físico aumenta la actividad en las partes del cerebro que tienen que ver con la función ejecutiva y la memoria y promueve el crecimiento de nuevas células cerebrales”, afirma en ese documento Álvaro Pascual-Leone, responsable del Programa Brain Fit e investigador principal del estudio.
Seis ejercicios físicos que previenen el deterioro cognitivo y fortalecen la memoria
1. Ejercicios cardiovasculares moderados. “Además de mejorar la salud cardiorrespiratoria, permiten que el cerebro sea más eficiente. Pero, la capacidad de oxigenar mejor el cerebro, colabora a que este órgano pueda generar nuevas neuronas en el hipocampo, el sitio donde se aloja la memoria”, explica Béraud-Peigné, especialista en ciencias del movimiento de la Universidad Paris-Saclay.
2. Ejercicios de fortalecimiento muscular, flexibilidad y equilibrio. “Al vernos más flexibles y activos, nuestra postura se realínea; disminuye el estrés, mejorando la concentración, la memoria, la atención, el rendimiento escolar y laboral; aumenta la destreza motriz y las habilidades en nuestros movimientos diarios; los huesos se vuelven más fuertes; se acrecienta nuestro sistema inmune; disminuyen la presión arterial, la incidencia de diabetes y ACV, el riesgo de caídas y por ende de potenciales fracturas; contribuye en la prevención y control de determinados tipos de cáncer”, completó Ana Bermejo, kinesióloga del Hospital de Clínicas de la UBA,
3 – Rutinas que activen las neuronas. “Elaborar un circuito a seguir, repetir una coreografía, interceptar inesperadamente un recorrido, cambiar de ruta, tener que estar atento a las señales callejeras o el tránsito son algunas de las opciones para interferir en la comodidad cerebral de repetir automáticamente una actividad física”, señala Béraud-Peigné.
4- Yoga. Una investigación de la Universidad de California confirma que 12 minutos de una práctica meditativa una vez a la semana en casa ya muestra cambios en la corteza cerebral.
“Es un complemento ideal –completa Bermejo–. Si se ejercita a diario, desde 10 minutos hasta una hora, ofrece efectos positivos”. “No se necesita mucho tiempo para notar los cambios –agrega Bermejo–. A los cinco días de practicar 30 minutos diarios de meditación ya hay modificaciones notables en la actitud y el estado emocional. A los tres meses se perciben transformaciones estructurales en el cerebro”.
5. Taichí. “La práctica activa la corteza prefrontal, la parte del cerebro donde se produce el pensamiento de nivel superior –indica Casaletto–. Lo que potencia el razonamiento, la planificación, la resolución de problemas y la memoria”.
6. Bailar. Una investigación publicada en New England Journal of Medicine confirma que su práctica habitual estimula el cerebro el doble que leer. “Es una excelente opción para activar las neuronas mientras se mueve el cuerpo”, confirma Béraud-Peigné.