La adrenalina salva vidas en las reacciones alérgicas, pero hay pacientes que no quieren usarla
El shock anafiláctico puede comprometer la vida de los pacientes alérgicos y la adrenalina es el tratamiento más rápido y efectivo contra la anafilaxia
El shock anafiláctico, o anafilaxia, es la reacción alérgica más grave, hasta el punto de que puede suponer el fallecimiento del afectado.
Y la causa más frecuente de que se produzca está alergia está en los alimentos: frutos secos, frutas, pescado, marisco… pero existe una “preocupante reticencia en el uso” de la adrenalina, la inyección que salva vidas.
Así de tajantes han sido los especialistas reunidos en el XXXV Simposio Internacional de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
A pesar de que las guías clínicas internacionales establecen que la adrenalina intramuscular es el tratamiento de primera línea para la anafilaxia, una respuesta alérgica potencialmente mortal, hay percepciones erróneas sobre los supuestos riegos de su utilización en el shock anafiláctico.
Esta creencia, alertan los alergólogos, “persiste incluso entre profesionales de la salud“. La doctora Victoria Cardona, presidenta del Comité de Anafilaxia de la SEAIC, explica que:
- “Es fundamental que tanto el público como los profesionales comprendan que la adrenalina no solo es segura, sino también esencial en la respuesta rápida y efectiva a la anafilaxia”.
Reticencia a llegar consigo su medicación de emergencia
Las controversias sobre el manejo de la anafilaxia incluyen el efecto limitado y tardío de los antihistamínicos y corticoides en estas situaciones de emergencia.
Aunque estos fármacos son comúnmente utilizados en la práctica clínica, los especialistas subrayan que su efectividad en caso de anafilaxia es insuficiente y que no previenen las reacciones bifásicas.
Y es que, la evidencia científica es clara. “La falta de conocimiento o el miedo a utilizarla puede tener consecuencias fatales para el paciente”.
La falta de comprensión sobre la importancia de la adrenalina es especialmente preocupante entre los adolescentes con anafilaxia y asma grave, quienes enfrentan graves riesgos debido a la falta de adherencia al tratamiento y a conductas de alto riesgo.
La presión social y la percepción de invulnerabilidad pueden llevarlos a minimizar la gravedad de su condición y a ignorar las medidas preventivas esenciales
Dra. Victoria Cardona
— alergóloga
Los más jóvenes suelen mostrar una marcada reticencia a llevar consigo su medicación de emergencia, como los autoinyectores de adrenalina. Y lo más peligroso es que consumen alimentos “sin verificar su seguridad”, lo que les expone a reacciones alérgicas graves.
La doctora cuenta que para ellos, “factores como la presión social y la percepción de invulnerabilidad pueden llevarlos a minimizar la gravedad de su condición y a ignorar las medidas preventivas esenciales, aumentando el riesgo de reacciones graves sin un plan de acción adecuado”.
Esta situación resalta la necesidad de educación y comunicación para empoderar a los adolescentes y reforzar su responsabilidad en el manejo de su salud.
¿Qué hacer ante un caso de anafilaxia?
Durante un shock anafiláctico prima la rapidez. Por eso, ante la más mínima sospecha hay que avisar a los servicios de emergencia.
Y mientras acude la ambulancia es importante seguir los siguientes pasos que indica la Guía de actuación en anafilaxia:
- Posición del paciente. Las personas que han sufrido un episodio de anafilaxia deben ser colocadas con las piernas elevadas para aumentar el retorno venoso. ¡Ojo! Esta posición no es recomendable si ha sufrido vómitos o dificultad respiratoria. En esos casos debería colocarse en posición lateral para evitar que pueda tragarse su propio vómito, al igual que si está inconsciente o con respiración espontánea.
- Retirada del alérgeno. En el caso de reacción alérgica por picadura de abeja, retirar su aguijón. Si es anafilaxia por alimentos, no intentar provocar el vómito y retirar los restos alimentarios de la boca.
- Administrar adrenalina autoinyectable. También llamada epinefrina. Se administra en la parte exterior del muslo (incluso con la ropa puesta) haciendo presión y durante diez segundos. Una vez se ha retirado, se masajea la zona durante otros diez segundos.
Shock anafiláctico por picaduras de abejas o avispas
La conexión entre la anafilaxia inducida por veneno de himenópteros (abejas, avispas y hormigas) y la mastocitosis es un hallazgo crucial en el manejo de pacientes alérgicos.
Aproximadamente el 15% de los pacientes que experimentan anafilaxia por picaduras de himenópteros pueden presentar mastocitosis, una condición caracterizada por la acumulación anormal de mastocitos, lo que puede intensificar la gravedad de las reacciones alérgicas.
“Es crucial que tanto los profesionales de la salud como los pacientes sean conscientes de la conexión entre la anafilaxia y la mastocitosis”, enfatiza el doctor David González De Olano, presidente del Comité de Alergia al Veneno de Himenópteros de la SEAIC.
- “La identificación temprana de esta última no solo puede marcar la diferencia en la gravedad de las reacciones alérgicas, sino que también permite un enfoque más cuidadoso y personalizado en el tratamiento”.
Además, la implementación de pruebas de repicadura hospitalaria controlada se considera una herramienta fundamental en la evaluación y seguimiento de la hipersensibilidad al veneno de himenópteros.
Reconocida como la prueba de referencia, este test no solo ayuda a medir la efectividad de la inmunoterapia, sino que también permite ajustar las dosis de vacuna necesarias para conseguir su eficacia y mejorar la calidad de vida de los pacientes que sufren anafilaxia.
Dada la frecuencia de reacciones adversas asociadas a la inmunoterapia con venenos de himenópteros, es esencial que todos los centros hospitalarios adopten estas pruebas para garantizar un manejo más seguro y eficaz de los pacientes en riesgo.