Moody’s: “El Gobierno de Argentina tiene que aprovechar dos ventanas que se abren en 2025 para salir del cepo”
- La calificadora dijo que un dólar fuerte podría propiciar un ajuste leve del tipo de cambio.
- Cree que persisten los riesgos para levantar las restricciones.
- Y las dificultades para afrontar los pagos de deuda.
Las elecciones en Estados Unidos abrieron un debate entre los analistas de Wall Street sobre la Argentina. Mientras algunos bancos advierten sobre el riesgo de mayores presiones devaluatorias, el vicepresidente de Moody’s, Jaime Reusche, cree que el fortalecimiento del dólar será “saludable” , ve que el Gobierno tiene urgencia por salir del cepo y que sigue complicado para afrontar los pagos de deuda en 2025.
–¿Qué impacto tuvo la victoria de Donald Trump en los mercados emergentes?
– Las políticas de Trump están más orientadas hacia el proteccionismo, puede restar un poco de impulso al comercio exterior, pero muy leve, no vemos que impacte demasiado en la región porque exporta materias primas. Las economías más dependientes de manufacturas podrían ver un poco más los efectos si se implementan todos los aranceles, no creemos que las implementen 100%.
-Las monedas en varios países de la región se depreciaron por el repunte del dólar.
– Vemos un fortalecimiento temporal del dólar norteamericano. Los aranceles deberían generar algo de tensión inflacionaria en Estados Unidos, lo que podría ralentizar la reducción de tasas. En los siguientes meses, un dólar fuerte puede mover los indicadores financieros en países emergentes. Nuestro rol no es tanto ver esos índices, sino los fundamentos económicos y no vemos impacto significativo. Esperamos ver volatilidad.
-El banco Goldman Sachs advirtió que habrá mayores presiones devaluatorias en Argentina.
– El fortalecimiento del dólar podría elevar más la presión de debilitamiento del peso, pero en nuestra opinión no lo vemos como algo negativo para Argentina. Un dólar fuerte puede ayudar a mitigar la apreciación del peso y a que se gatille un ajuste leve de las finanzas externas, que es lo que falta, pero aun así, no vemos que el efecto sea muy fuerte o afecte nuestras proyecciones de desempeño económico y fiscal.
–¿Y por qué el impacto sería moderado?
– Con el blanqueo, hubo una avalancha de dólares que ha apreciado el tipo de cambio. Cuando estuvimos el mes pasado en Buenos Aires veíamos que la apreciación real del peso podía significar presiones de la balanza de pagos a futuro y que los fundamentos estaban restando competitividad significativa. A raíz de esto va a empezar a generarse mayor demanda por importaciones. Las presiones devaluatorias podrían ser algo saludable para ajustar la cuenta externa, que hasta ahora no hemos visto.
– ¿Hay riesgos de que la suba del dólar provoque una salida de capitales en Argentina?
– Si se levanta el cepo, existe el riesgo. Depende de cómo se maneje la apertura de los controles de capitales. La apreciación del peso no genera tanta o más presión que la que ya existía porque tenés un shock de confianza positivo en lo fiscal. El riesgo de salida siempre existió y es independiente del dólar fuerte.
– ¿Cuándo creen que el Gobierno podría salir del cepo?
– El Gobierno insiste en que estaría tratando de levantarlo pronto y busca el momento oportuno. Vemos dos ventanas: una a principios de año durante el primer trimestre, ya que luego entrás en el período electoral y las legislativas complicarían la salida en ese momento, y la otra se abriría luego de los comicios, más cerca de fin de año. Si se da, posiblemente sea en esos dos momentos. Están tratando de proceder con cautela, pero a la vez tienen urgencia y sigue la incertidumbre.
– ¿Qué lectura hacen de que el riesgo país esté abajo de los 900 puntos?
– Responde mucho al apetito de inversores por activos argentinos. Hay bastante más confianza no solo local, sino también de extranjeros a raíz del ajuste del presidente Milei que permitió un superávit fiscal en los primeros nueve meses y fue mucho mejor de lo esperado. No obstante, los pagos de deuda siguen bastante complicados porque la apreciación real del tipo de cambio previno un ajuste en las cuentas externas y es lo que nos tiene preocupados. Hay alta probabilidad de reperfilamiento o renegociación amistosa de la deuda el año próximo o principios de 2026 porque no hemos visto un ajuste de las cuentas externas.
-¿El Gobierno está más cerca de volver a los mercados internacionales de deuda?
– El riesgo país sigue todavía en niveles prohibitivamente altos. En el corto plazo está mejorando el perfil de pagos externos, pero en el mediano y largo te genera presiones de sostenibilidad. Es peligroso salir a los mercados cuando uno piensa que debe salir a toda costa. Cuando uno ve que los costos son sostenibles y asequibles, ahí se genera oportunidad.
– Con Donald Trump en el poder, ¿es más factible que el FMI libere fondos frescos a la Argentina?
– Desde lo político tal vez haya mayor voluntad del gobierno de Estados Unidos de buscar ayudar a la Argentina con mayores créditos multilaterales, o más presión ante los organismos, y generar mayores préstamos o flujos de divisas. Va a ser difícil que se concrete al principio, pero a lo largo del periodo presidencial puede haber más desembolsos.