Si viajas a Francia y no visitas París, vas al Reino Unido y la ciudad que visitas no es Londres… La gente pensará que estás perdiendo la cabeza, pero lo que ellos no saben es que los que están perdiendo algo son ellos: dinero, más concretamente. Y es que así es la nueva moda que se inició primero con los productos cosméticos, pero que ahora ha llegado a los viajes. Los destinos “dupe”. En español: una réplica o imitación de un producto generalmente más caro. Nosotros te damos tres opciones de destinos dupe para que tu bolsillo no note que te has ido de vacaciones y disfrutes así mucho más relajado de estos destinos que no tienen nada que envidiar a los originales. ¡Apúntatelos!

Cambia París por Amberes

La bella París, tiene tantas cosas que ver que necesitaría dos viajes para completar toda tu visita. La Torre Eiffel, el Museo de Louvre, Notre Dame… y un largo etc. Lo más preocupante de París son sus precios. Estos están bastante desorbitados para una noche de hotel en el centro y a veces cuesta más dinero adquirir una pieza de gastronomía francesa que una noche de hotel. Nosotros creemos que tu opción “dupe” de París puede ser Amberes. Esta ciudad portuaria en el río Escalda de Bélgica combina todos los atractivos de París a un precio mucho más rebajado que el de la capital. Y es que Amberes siempre ha sido una de las ciudades comerciales más importantes de Europa debido a su puerto. Aunque no sea muy conocida, esta ciudad es famosa por su producción de diamantes, lo que hace que muchos enamorados viajen hasta aquí para aprovechar la oportunidad de comprar un anillo y comprometerse, más romántico incluso que París, ¿no?

Amberes también puede presumir de tener una arquitectura increíble, mezclando lo antiguo con lo moderno sin parecer estridente, la producción de diamantes dio a esta ciudad la oportunidad y la riqueza de invertir en los edificios y crearon auténticas obras de arte que te asombraran casi tanto como los edificios parisinos. Y otro toque que también puede ser el “dupe” de París es su gastronomía: aquí tendrás dulce para aburrir, estando en Bélgica la estrella será el chocolate y el gofre, pero también puedes encontrar calidad en muchos otros paltos, recordemos que esta ciudad es portuaria, aquí el pescado es fresco y un plato estrella en todos sus restaurantes. Los precios son el mayor atractivo para ver Amberes, aquí tres noches de hotel pueden costarte algo más de 50 euros la noche en un buen Hotel, algo que en París es muy raro de encontrar.

Cambia Las Maldivas por Vlorë

La Maldivas son un destino único para muchos. Todo el mundo ha soñado con unas vacaciones de playa de arena blanca y agua casi transparente, un destino paradisiaco al alcance del bolsillo de muy pocos. ¿Y si te dijese que hay unas Malvidas mucho más económicas a las que no tardas más de tres horas en llegar y que encima el gasto diario no va a superar los 40 euros diarios? Pues las hay, y están situadas en la Riviera Albanesa. La ciudad portuaria de Vlorë es cada vez más elegida por los turistas que no quieren gastarse miles de euros en un viaje a unas islas paradisiacas.

Esta ciudad cuenta también con ese paraíso de arena blanca y aguas azules turquesa, hoteles en primera línea de playa junto con restaurantes que harán de tu estancia un sueño. Además, situándose en Albania, podrás visitar ciudades amuralladas o castillos en la región que añadirán a tu viaje un toque turístico perfecto. Lo más accesible es de nuevo su precio, en los vuelos ya te estarías ahorrando 900 euros, la comida tampoco se excede en el presupuesto y los hoteles son infinitamente más baratos que en Las Maldivas.

Cambia Santorini por Apulia

Santorini es también un destino codiciado para muchos, icónico por sus casas blancas que resaltan junto al basto mar Egeo. Pero en Italia hay un destino que contiene todos los ingredientes para poder considerarse el “dupe” de Santorini. Estamos hablando de Apulia (o Puglia) el famoso tacón de la bota de Italia. Este destino es mucho más económico que Santorini, sus vuelos no cuestan más de 50 euros y te ofrece: casas blancas, calas increíbles, edificios románicos históricos y una gastronomía deliciosa.

Todos estos destinos son únicos y tienen una cosa en común: son mucho más baratos que el destino original. Aunque su precio sea reducido, no significa que pierda calidad ni sea peor, las ciudades “dupe” reúnen lo mejor de las originales haciendo una combinación única. Atrévete a buscar unas vacaciones diferentes sin gastarte todo tu dinero.