Pediría el “Procedimiento Preventivo de Crisis” que habilita la reestructuración de la compañía y que incluye la reducción de la plantilla de personal. Le exigen a los gremios que presenten un plan para el normal funcionamiento.
El Gobierno nacional le exigirá a los gremios aeronáuticos que presenten un plan para garantizar el normal funcionamiento de Aerolíneas Argentinas, caso contrario pediría un Procedimiento Preventivo de Crisis de Empresa (PPCE).
Así lo revelaron fuentes oficiales, que además señalaron que la presentación del programa debe ser “en los próximos días”.
El PPCE es un mecanismo previsto en la Ley de Empleo Nº 24.013 y prevé una negociación entre la empresa, el sindicato y el gobierno antes de aplicar despidos o suspensiones por razones de fuerza mayor.
De esta forma, el Gobierno busca presionar a los gremios para que se normalizase la operación de la empresa, aquejada por una serie de paros en las últimas semanas.
En las últimas horas, el ministro de Economía, Luis Caputo, y el secretario de Transporte, Franco Mogetta se reunieron con directivos de Jet Smart en el Palacio de Hacienda, para evaluar planes de expansión de la compañía.
Con marcada intención, tras el encuentro el Ministerio de Economía difundió una foto para enviar una señal a los gremios que están realizando en forma escalonada distintas medidas de fuerza, la mayoría de ellas sin aviso previo.
La decisión oficial se precipitó ante un nuevo paro -en esta ocasión de los trabajadores de la empresa Intercargo por el despido de un compañero- que dejó en tierra la mayoría de los vuelos programados para este miércoles desde el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Airees.
Pero la peor situación se vivió con pasajeros que habían llegado a la terminal aérea porteña en una decena de vuelos y no podían bajar de los aviones porque no había servicio de rampa, de transporte, ni tampoco de entrega de equipajes.
Según denunciaron los propios pasajeros, hubo personas retenidas en las aeronaves por casi dos horas.
La delicada situación llevó a actuar a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) para que puedan descender de las unidades cerca de 1.500 pasajeros varados.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, calificó a la situación como “un secuestro” y que la PSA “los liberó”.
“En este momento, mientras estamos acá, hay personas de rehén, con ataques de pánico y descompuestas, familias que estuvieron encerradas durante horas por culpa del delirio terrorista sindical”, dijo Adorni durante una conferencia de prensa vespertina en la Casa de Gobierno.
El portavoz anunció que “el gobierno va a ir a la Justicia por abandono y secuestro de personas, intimidación pública y bloqueo. El que las hace las paga”.