Un estudio explora el impacto del uso de filtros en perfiles.
En las aplicaciones de citas, la elección de fotos para un perfil es crucial para lograr matches con otros usuarios. Un estudio reciente publicado en el Canadian Journal of Behavioural Science arroja luz sobre cómo las personas juzgan los rostros, especialmente cuando están retocados con filtros fotográficos.
¿Filtros sí o no?
En una aplicación como Tinder, las personas toman decisiones en segundos, basándose en las imágenes que ven. Es por eso que el uso de filtros se disparó.
Un equipo de investigadores a cargo del profesor Antonio Olivera-La Rosa, de la Universidad Católica Luis Amigó en Medellín, Colombia, exploró cómo estos filtros influyen en los juicios sobre el atractivo de los usuarios.
“El uso de filtros faciales en redes sociales y apps de citas es omnipresente. La gente los usa como un ‘maquillaje virtual’ para verse atractivos y recibir más respuestas positivas. Sin embargo, sus efectos en la percepción social están poco estudiados”, explicó Olivera-La Rosa.
Los académicos reclutaron a 218 participantes, recreando el ambiente de una app de citas. Presentaron 72 rostros distintos en tres versiones: sin filtro, con filtro sutil y con filtro exagerado. Los participantes calificaron según cuánto les gustaba y cuán confiable les parecía cada uno.
Los resultados revelaron que los filtros sutiles gustaron más a los participantes. En cambio, los filtros exagerados tuvieron el efecto contrario.
“Encontramos que la sociosexualidad predecía juicios de confiabilidad más altos al evaluar rostros en una interfaz similar a una app”, subrayó el profesor. Y concluyó: “por lo tanto, nuestros resultados sugieren que la sociosexualidad es una predisposición psicológica hacia la confianza que puede constituir un factor de riesgo en contextos online”.