El camino que conduce a la menopausia tiene etapas previas, que deben ser consideradas y contar con un seguimiento médico específico. Todo lo que hay que saber sobre esta etapa.
La menopausia constituye la última etapa de la vida de la mujer que se inicia con la última menstruación. Durante todo este tiempo se presentan cambios hormonales importantes, la pérdida de los estrógenos principalmente, protagonista fundamental alrededor del cual giran todos los síntomas que sobrevendrán en su ausencia, y que deberán ser tratados adecuadamente por el especialista, para que la mujer goce de una buena calidad de vida.
La Dra. Delia Raab de Álvarez, médica ginecóloga, en diálogo con EL LIBERAL, se refirió a esta etapa de la mujer y consideró que “la menopausia ocurre generalmente entre los 49 y 51 años, pero también puede presentarse durante toda, que, por algún tratamiento curativo, requiera la extirpación de los dos ovarios, o también la actínica (por tra- tamientos con drogas oncoló- gicas) que anulan su función. No confundir con la falta de menstruación por histerectomía (extirpación del útero) antes de esas edades, pero con conservación de los ovarios. El momento de la menopausia natural es un indicador clínico importante de longevidad y de riesgo de enfermedades pro- pias de esta edad y de mortalidad”, sostuvo la especialista.
En los próximos 20 años, se estima que mil millones de mujeres tendrán más de 50 años: “Por lo tanto, la salud de la mujer durante la menopau- sia tendrá gran impacto en sus roles económicos y sociales que desempeñen en la comuni- dad. Motivo por el cual es im- portante entender las hormo- nas, la menopausia y la salud de la mujer en este momento”.
Transición
El camino que conduce a la menopausia tiene etapas previas, que se caracterizan por la disminución progresiva de la secreción de estrógenos por los ovarios, según explica la Dra. Raab de Álvarez.
“Se considera que esa disminución puede iniciarse desde los 35 años, hasta llegar a la menopausia. A todo ese período se denomina climaterio. La terapia hormonal de la menopausia (THM) debe constituir la base de la medicación a recibir porque ha demostrado grandes beneficios, destacándose que el tratamiento a indicar debe ser “personalizado”, un traje a medida, que incluya los síntomas.
El especialista tratante será quien observe que no existan contraindicaciones específicas para instituirlo, llámese, por ejemplo, entre otras, la presencia de cáncer de mama”, advirtió.
Recomendaciones
Todos los síntomas que presenta la mujer durante su climaterio tienen tratamientos adecuados para cada caso, y deben ser tratados en forma permanente, para no transformarse en enfermedad.
“La calidad de vida debe apoyarse en mantener los tratamientos indicados de por vida y que deben incluir el estrógeno o similares, a nivel local y/o general, si no existen contraindicaciones específicas; dieta adecuada en la que se debe incorporar calcio y vitamina D3; actividad física adecuada a su realidad; vida social frecuente. También hay que cambiar el estilo de vida, ya que esto nos lleva a levantar endorfinas, dopamina, oxitocina, sustancias que brindan bienestar y felicidad, buen estado de ánimo, ayudan a no deteriorarse y a lograr sobrellevar las dificultades de la mejor manera”, recomendó la doctora.
Entender la salud de la mujer en la menopausia
“Son fundamentales estas observaciones por parte, no sólo de los ginecólogos, sino también de médicos de Atención Primaria de la Salud, para mejorar la vida de la mujer. Más allá de educar a la mujer en la transición a la menopausia, hay que cambiar la forma en que se piensa la menopausia. La mujer debe recibir más información. Conocer que, a los riesgos de contraer las enfermedades crónicas propias de la edad, se agregarán las producidas por el déficit de Estrógeno. Conocer más, da actitud más positiva y ayuda a la prevención, detección y tratamiento. Para ello tanto la mujer como el médico deben estar bien informados”, recomendó finalmente la especialista.
Advertencia: hay controles de salud de la mujer que no deben dejarse pasar por alto durante esta edad
En esta etapa de la mujer, que abarcará la tercera parte de su vida, es fundamental el examen físico periódico, que incluya:
Controles Cardiovasculares: cuidar la TA, debe ser menor a 140/80.
Control del estado de huesos y articulaciones: según la OMS, 1 de cada 4 mujeres mayores de 50 años tiene Osteoporosis. La mayor reducción del Calcio óseo se produce 1 año antes y 2 después de la menopausia. La Densitometría Mineral Ósea deben hacerse mujeres mayores de 65 años o en menores con fracturas.
Salud mental: control del estado cognitivo. Alteración del ánimo. Depresión: si la mujer tiene antecedentes familiares de depresión, tiene 2 a 4 veces más riesgo de depresión. Alteraciones del sueño, mayor que en el hombre por lo general. La disminución de las hormonas ováricas y de la melatonina alteran el sueño y la concentración.
Salud vaginal, urogenital y sexual: sequedad vaginal. Incontinencia de orina. Dolores en las relaciones sexuales (Dispareunia). La paciente a veces no se anima a preguntar a su médico, por eso aún no se diagnostican lo suficiente. Estos síntomas de atrofia urogenital son progresivos. El Síndrome Genito Urinario produce un alto impacto negativo en la calidad de vida y función sexual.
Necesidad de anticoncepción: hay menstruaciones irregulares y mujeres que necesitarán anticonceptivos, porque según la etapa en que se encuentren, pueden tener aún fertilidad.
Detección de cáncer: en esta etapa se presenta el riesgo de enfermedades oncológicas. Realizar los controles de detección de cáncer de mama, pulmón, cuellouUterino y de cáncer colorrectal.
Detección de la resistencia a la insulina (RI) y la diabetes que son altamente prevalentes en mujeres de mediana edad. El metabolismo de la glucosa empeora con el envejecimiento.
Tiroides: son frecuentes en la perimenopausia y fase inicial de la menopausia síntomas similares al hipotiroidismo: piel seca, fatiga, aumento de peso, intolerancia al frío. Una prueba de laboratorio puede ayudar al médico a diferenciarlos. Control endócrino de tiroides y Vitamina D3.
Consulta oftalmológica: presencia de ojo seco.