Jeff Green, el soldado de la NBA: se salvó tras parar su corazón una hora… y bate un récord de compañeros de equipo
‘Uncle’ es todo un mito de la liga y sigue rompiendo históricos registros en la liga
En la NBA se gana con estrellas, porque quizá es la liga con más potenciación del talento diferencial del mundo del deporte, pero también con los soldados de un equipo. Los que están en las buenas y no tan buenas, los que dan cohesión y todocampismo. En el apartado caben muchos, aunque uno que está subido en lo más alto de la categoría es el mítico Jeff Green (38 años). Un veterano ilustre que hace historia curso tras curso.
Jeff Green ya lleva más de década y media (17) de lucha y batalla. Alcanzó un premio a su dedicación con el anillo de 2023 con los Denver Nuggets y en la actualidad da un toque veterano a esos talentosos Houston Rockets. Legítimos candidatos a los Playoffs del Oeste tras arrancar con cinco victorias y tres derrotas tras morir en la orilla del último curso. Y Green sigue trascendiendo.
Con el inicio de la nueva temporada de la NBA, Green colocó su nombre aún más alto. Se convirtió en el jugador con más compañeros de equipo de la historia. Ha compartido vestuario… con ¡263 jugadores! Bate los registros de Vince Carter (261), Trevor Ariza (259), Garrett Temple (250) y Javale McGee (245). Vienen a razón de 15 temporadas, y paso por 11 (o 12, según se vea) franquicias: Sonics/Thunder, Celtics, Grizzlies, Magic, Cavs, Wizards, Jazz, Rockets (dos etapas), Nets y Nuggets. Promedia una media de 15,5 compañeros de equipo al curso, otro dato salvaje.
Jugadores con más compañeros de equipo
- Jeff Green: 263
- Vince Carter: 261
- Trevor Ariza: 259
- Garrett Temple: 250
- Javale McGee: 245
Una historia increíble
Green, un jugador con físico imperecedero, imponente en los dos lados de la cancha y líder en el apartado mental, no sería el mismo sin una historia que le acompaña allá donde va. Y es de esas que no encuentra contestación porque la explica una cicatriz en su pecho. En el corazón. Es lo que le hace único y su gigantesca marca pone los pelos de punta.
Porque corría 2012 cuando los Boston Celtics decidieron no contar con sus servicios tras un escalofriante parte médico.Green sufría un aneurisma de aorta, una dilatación localizada que provca debilidad en la pared de la aorta. Una dolencia peligrosísma, con las consecuencias dramáticas como una posible hemorragia interna si no se trata a tiempo. El jugador tuvo que apartarse del baloncesto y pasó por el quirófano.
Muchos GMs me dijeron que no pasaría de cinco años más así. Estoy orgulloso de que me dijeran eso
Jeff Green
Allí cambió su vida. Luchaba por su vida, ya no era por jugar al baloncesto. Y tras una operación de una hora a corazón abierto, Green salió de esa. Su corazón se paró durante una hora, pero allí renació un jugador profundamente admirado. Porque se recuperó y no se rindió. Pese a que pocos confiaban. “Muchos GMs me dijeron que no pasaría de cinco años más así. Estoy orgulloso de que me dijeran eso”, confesó. Porque se repuso, volvió y llegó a coronarse campeón 11 años más tarde.
Si la cicatriz sigue ahí, es que yo sigo estando vivo
Jeff Green
Un veterano para enmarcar, un hombre de equipo y un soldado de la NBA. Ahora en los Rockets es una pieza que da cohesión aunque quizá juegue menos minutos de los que pueda merecer. “Si la cicatriz sigue ahí, es que yo sigo estando vivo”, contó Green en numerosas ocasiones.